D�a Mundial de la Salud Mental para el a�o 2002 Patrocinadores (Last Updated On: ) LOS ROSTROS DEL TRAUMA Y LA VIOLENCIA ABUSO DOM?STICO (O FAMILIAR): EL PROBLEMA Un ni?o de 19 meses lleg? al hospital con una quemadura en la cara. Las enfermeras notaron que la quemadura parec?a tener ya varios d?as e interrogaron a la madre. Un examen cuidadoso de la criatura revel? otras lesiones, incluidos moretones en la espalda, el abdomen y el pene. Tambi?n se observ? que su desarrollo estaba detenido. Rayos X del esqueleto revelaron fracturas en varias costillas que se estaban soldando. Se asign? al ni?o a un hogar de guarda, donde mostr? una excelente recuperaci?n. Estudio de un caso en la primera reuni?n de Estrategias para Proteger a los Ni?os, Informe en la reuni?n de la OMS en Padua, Italia. Ning?n ni?o debe padecer violencia en su hogar. La primera l?nea de protecci?n de un ni?o debe ser la familia. Como se declara en el Plan de Acci?n de la Cumbre Mundial Para su desarrollo pleno y armonioso, los ni?os deben criarse en un ambiente familiar, en una atm?sfera de felicidad, amor y comprensi?n. Por ello, todas las instituciones sociales deben respetar y apoyar los esfuerzos de los padres y dem?s encargados por nutrir y atender a los ni?os en un ?mbito familiar. A pesar de su funci?n clave en la crianza, el apoyo y la protecci?n de los ni?os, con demasiada frecuencia las familias no ofrecen este clima ideal. La Organizaci?n Mundial de la Salud (OMS) desglosa el abuso dom?stico en cuatro formas principales: 1. Abuso f?sico: El que produce da?o real o potencial por interacci?n, o falta de ella, dentro del control razonable de un padre o persona en posici?n de responsabilidad, poder o confianza. Los incidentes pueden ser singulares o repetidos. 2. Abuso sexual: La participaci?n de un ni?o en actividad sexual que no comprende plenamente, para la cual no tiene capacidad de dar consentimiento informado o no est? preparado desde el punto de vista de su desarrollo, o que transgrede las normas y los tab?es de la sociedad. El abuso sexual de un ni?o se manifiesta en actividad entre un ni?o y un adulto u otro ni?o quien, por edad o desarrollo est?n en posici?n de autoridad, confianza o poder, actividad destinada a gratificar o satisfacer los deseos o las necesidades de la persona en posici?n de superioridad. Lo anterior incluye: Inducir o presionar a un ni?o para que participe en alguna actividad sexual il?cita. La explotaci?n de un ni?o en prostituci?n u otras pr?cticas sexuales il?citas. La explotaci?n de ni?os en actos y materiales pornogr?ficos. No se puede decir que haya un abusador sexual t?pico. La mayor?a, sin embargo, son varones y parientes o amigos cercanos de la familia. A menudo muestran actitudes cari?osas y amables hacia los ni?os, para de esa forma crear relaciones estrechas con ellos. Esto les permite abusar del ni?o o la ni?a, a veces durante a?os. Algunos llegan a convencerse a s? mismos de que no le est?n haciendo da?o alguno al menor. Los abusadores sexuales presionan a los ni?os para que mantengan la situaci?n en secreto. Para ello se valen del temor natural en el ni?o, su sentido de verg?enza o culpabilidad, as? como amenazas de castigo. Seg?n la National Society for the Prevention of Cruelty to Children (NSPCC, organizaci?n nacional para la prevenci?n de la crueldad contra los ni?os), el abusador puede: Convencer al ni?o de que ?l o ella deseaba que el abuso ocurriera. Amenazar o emplear violencia hacia el ni?o o alguien cercano a ?l. Decirle al ni?o que la familia se disgregar?. Forzara ni?os a abusar de otros ni?os y usar a los de mayor edad para que ejerzan su influencia sobre los menores para que ?stos mantengan el silencio. Decirle al ni?o que nadie le va a creer si cuenta algo. 3. Negligencia: Falta de cuidado u omisi?n por parte del cuidador que o se ocupa del desarrollo del ni?o en todos los campos: salud, educaci?n, desarrollo emocional, nutrici?n, abrigo y seguridad en las condiciones de vida, en el contexto de los recursosal alcance razonable de la familia o de los cuidadores, o falta de atenci?n con grandes probabilidades de causar da?o al desarrollo o la salud f?sica, mental, espiritual, moral o social del ni?o. Esto incluye la falta de supervisi?n y protecci?n adecuadas del ni?o dentro de lo posible. 4. Abuso emocional: Falta de creaci?n de un ambiente apropiado al estado de desarrollo del ni?o, incluida la disponibilidad de una figura rectora principal con la cual el ni?o pueda crear una relaci?n especial, de modo que el ni?o desarrolle una serie estable y completa de capacidades sociales conforme a su potencial personal, en el contexto de la sociedad en la que habita. Tambi?n pueden incluirse actos que causan o tienen grandes probabilidades de causar da?o a la salud o al desarrollo f?sico, mental, espiritual, moral o social del ni?o. Estos actos deben estar dentro del control razonable del padre o la persona en posici?n de responsabilidad, confianza o poder. Estos actos incluyen restringir el movimiento, crear sentimientos de inferioridad, denigrar, culpar, amenazar, amedrentar, discriminar, ridiculizar u otras formas no f?sicas de tratamiento hostil o de rechazo. El abuso dom?stico es prevaleciente y puede causar lesiones f?sicas, as? como dejar cicatrices emocionales. A continuaci?n se muestran algunas estad?sticas alarmantes de diferentes partes del mundo: Un c?lculo de la organizaci?n Children 1st indica que 150.000 ni?os en el Reino Unido sufren agresiones f?sicas graves, y aproximadamente 100.000 tienen una experiencia sexual potencialmente perjudicial. Un proyecto de investigaci?n en Ucrania muestra que uno de cada 56 adolescentes (de ambos sexos) ha sido objeto de abuso sexual. Una ni?a de cada tres ha experimentado demandas sexuales, una de cada cinco ha recibido caricias no deseadas y una de cada diez ha sido violada. Uno de cada siete ni?os ha sido abusado sexualmente. Informes de la OMS revelan que cada a?o 600.000 ni?os sufren de abuso en la Uni?n Europea, y calculan que, si bien se cuenta con menos datos relativos a muchos pa?ses del centro y este de Europa y de las rep?blicas de Asia Central, es probable que el abuso infantil sea un problema considerable en esos pa?ses tambi?n. Los resultados de una encuesta del UNICEF manifiestan que alrededor de 29% de los encuestados en pa?ses de Asia informan que hay golpes entre las personas en el hogar, desde Singapur (14%), China (17%) y Mongolia (19%) hasta Papua Nueva Guinea (75%). El 23 por ciento notifica golpes a manera de castigo, con mayor frecuencia entre los varones, los ni?os peque?os y las personas en zonas rurales. Otra encuesta del UNICEF en Europa indica que 60% (lo cual representa unos 56 millones de ni?os), notifica conducta violenta o agresiva en su familia. Los golpes (16%) son m?s comunes en las familias de menores ingresos y son proporcionalmente m?s comunes en Europa Central. VIOLENCIA EN LA COMUNIDAD: EL PROBLEMA Me preocupa que a mis ni?os los molesten, que entren ladrones a mi casa, que a mi hijo mayor le peguen un tiro, declara una madre de un barrio de escasos ingresos en Estados Unidos. A cada rato hay peleas, tiroteos o navajazos a las puertas de mi casa, declara otra madre. Sus hijos tienen los mismos temores: Si alguien anda a los tiros, la bala le puede dar a uno aun cuando vaya destinada a otro. Tengo miedo de que me confundan por otro y me disparen. Ser? una v?ctima por el solo hecho de estar en el lugar. About Our Kids La violencia en la comunidad se refiere a la exposici?n, ya sea como testigo o por experiencia directa, a actos de violencia interpersonal perpetrada por personas que no est?n estrechamente relacionadas con la v?ctima. (About Our Kids) Los resultados de una encuesta del UNICEF en Europa y Asia Central indican que dos veces m?s ni?os se sienten inseguros en zonas urbanas (21%) que en zonas rurales (11%). Las ni?as tienen m?s probabilidades (19%) de sentirse inseguras que los varones (15%). Veinte por ciento de los ni?os tienen un amigo o pariente que ha sido v?ctima de la violencia. Los ni?os que se sienten inseguros en su barrio (50%) dicen que eso se debe a que han visto peleas, amenazas, actos de agresi?n o personas sospechosas en el vecindario; discusiones o delitos callejeros, (40%); o problemas edilicios tales como iluminaci?n deficiente, excesivo tr?nsito de autom?viles o perros peligrosos (20%). Es triste reconocer que, para cuando entran a la escuela secundaria, la mayor?a de los ni?os que viven en zonas urbanas en Estados Unidos han visto el uso de armas, pistolas u otros actos de violencia contra las personas en sus barrios o escuelas. De hecho, algunos estudios citados por Future of the Children llegan a trazar paralelos entre los ni?os que se cr?an en barrios marginales y los que viven en zonas en guerra. Las estad?sticas son alarmantes. El homicidio es la cuarta causa de defunci?n entre ni?os de 1 a 4 a?os, la tercera entre los 5 y los 14 a?os, y la segunda entre los 15 y los 24. Asimismo, unos 4 millones de adolescentes han sido v?ctimas de agresiones f?sicas graves y 9 millones han sido testigos de violencia grave en alg?n momento de su vida. En Miami, Florida, m?s de 90 por ciento de los estudiantes de escuela secundaria han presenciado violencia en la comunidad y 44 por ciento ha sido v?ctima de un delito de violencia. En Richmond, Virginia, 88 por ciento de los ni?os de un barrio hab?a o?do disparos de pistola cerca de su casa y 25 por ciento hab?a presenciado la muerte de una persona. Una encuesta del UNICEF en la zona del Pac?fico Oriental demuestra que unos 1.000 ni?os declararon haber sido v?ctimas de robo o agresi?n (10% por cada uno). La incidencia m?s alta de robos ocurre en Mongolia (39%), las Filipinas y Camboya (27%), en zonas urbanas. La notificaci?n de agresiones es muy alta en Camboya (56%), especialmente entre los varones. LAS CONSECUENCIAS DEL ABUSO DOM?STICO Y LA VIOLENCIA COMUNITARIA SOBRE EL DESARROLLO El espectro de abusos que enfrentan los ni?os en la familia o en la comunidad va desde el mal trato en instituciones a la violencia en la familia, desde el tr?fico de ni?os hasta el trabajo infantil en condiciones de esclavitud. La vulnerabilidad de los ni?os ante tales abusos a menudo depende de otros aspectos de su identidad, como sexo, etnia o situaci?n econ?mica. Este es un fuerte recordatorio de la indivisibilidad de los derechos humanos. La negaci?n de un grupo de ellos lleva al abuso de otros. La investigaci?n ha demostrado reiteradamente que el impacto de la violencia dom?stica y comunitaria sobre el desarrollo infantil es devastador. Algunos resultados clave: Hasta los ni?os peque?os y los que reci?n caminan se ven gravemente afectados. Los estudios muestran que los lactantes y los beb?s que caminan que se ven expuestos a violencia en la comunidad o en el hogar muestran irritabilidad excesiva, conducta inmadura, trastornos en el sue?o, trastornos emocionales, temor de estar solos y regresi?n en sus funciones corporales y en el idioma. La exposici?n a estas situaciones tambi?n interfiere con la tendencia normal de los ni?os peque?os de explorar lo que los rodea. Algunos estudios hasta consignan s?ntomas en beb?s que caminan que pueden indicar trastorno por estr?s post traum?tico. (Future of the Children) Presenciar violencia tiene un efecto negativo sobre la perspectiva que un ni?o adquiere del mundo. La investigaci?n muestra que los ni?os que presencian violencia en la comunidad tienen probabilidades de ver al mundo como un lugar peligroso y hostil. Los que se ven expuestos a m?ltiples formas de violencia corren m?s peligro de desarrollar dicultades psicol?gicas que los que se ven expuestos a un solo acto de violencia. Los ni?os que son v?ctimas de violencia dom?stica tienen m?s probabilidades de delinquir. Una comparaci?n de j?venes delincuentes y no delincuentes en Estados Unidos hall? que la diferencia m?s grande entre los dos grupos radicaba en que el grupo de delincuentes ten?a un historial de exposici?n a la violencia familiar. Un estudio realizado en Ucrania indica que m?s de la mitad de los hombres que cometen violaciones provienen de familias en las que la educaci?n era dura y cruel, y que aproximadamente la cuarta parte de las violaciones eran cometidas por alguien que a su vez hab?a sido violado. El abuso sexual pone a los ni?os en mayor peligro de tener problemas sexuales m?s adelante. Un estudio en Nueva Zelanda indica que los adultos que sufrieron de abuso a manos de alguien cercano en su ni?ez tend?an a ser m?s inseguros en sus relaciones y a estar divorciados en su edad adulta. Hay estudios que muestran un claro patr?n de relaciones entre el historial de abuso sexual en la ni?ez con incidencias m?s altas de s?ntomas depresivos, de ansiedad, de abuso de substancias il?citas, de trastornos de la alimentaci?n, de embarazos no deseados, de promiscuidad y de trastornos por estr?s post traum?tico. (U.S. National Clearinghouse on Child Abuse and Neglect) El abuso y la violencia producen ni?os agresivos y, con el tiempo, adultos agresivos. Los ni?os imitan lo que ven. Los que se cr?an en hogares violentos, a menudo ven la agresi?n como la ?nica manera de resolver diferencias. Tambi?n aprenden que la persona que m?s los quiere m?s les pega. (National Network for Child Care) Crecer en un hogar violento puede aumentar las probabilidades de que el ni?o sufra o cometa actos de violencia como adulto. Los varones que observan actos de violencia dom?stica tienen m?s probabilidades en la edad adulta de golpear a sus compa?eras que los varones que se cr?an en hogares no violentos. Los adolescentes expuestos a la violencia, especialmente a la violencia comunitaria cr?nica, tienden a ser muy agresivos, a actuar sobre sus impulsos y a mostrar elevados niveles de ansiedad, problemas de conducta, problemas escolares, ausentismo y venganza. En algunos casos, estos adolescentes muestran s?ntomas de trastorno por estr?s post traum?tico parecidos a los de soldados que regresan de la guerra. (Future of the Children.) Las v?ctimas de violencia dom?stica y comunitaria tienen m?s probabilidades de sufrir de enfermedades mentales y abuso de sustancias. El abuso infantil es ampliamente reconocido como causa de problemas de salud mental y de capacidad disminuida de funcionar con ?xito en el mundo de los adultos. Entre los ni?os de edad escolar, los estudios muestran una relaci?n entre la exposici?n a la violencia y la depresi?n. La investigaci?n tambi?n muestra que los ni?os expuestos a la violencia tambi?n tienen problemas de concentraci?n y trastornos del sue?o, y pueden demorar en aprender a dominar el ambiente que los rodea. Estudios en ni?os entre 6 y 10 a?os de edad en Washington, D.C., y entre 9 y 12 a?os en Nueva Orleans, Louisiana, hallaron una fuerte relaci?n entre la violencia presenciada y las pesadillas, el temor a salir de casa y la insensibilizaci?n del afecto. Otros estudios muestran que a medida que los ni?os crecen, los que han padecido m?s abusos tienen m?s probabilidades de tener problemas acad?micos en la escuela, cometer delitos, experimentar problemas emocionales y abusar del alcohol o las drogas. (Future of the Children) Por ?ltimo, los ni?os que presencian actos de abuso en su casa pueden sufrir de ansiedad, sentimiento de culpa, problemas ling??sticos, demoras en el desarrollo, problemas auditivos y del habla y retraimiento y malestares f?sicos relativos al estr?s, tales como dolores de cabeza, ?lceras y sarpullidos. EL ABUSO DOM?STICO Y LA VIOLENCIA EN LA COMUNIDAD: ESTRATEGIAS PARA LOGRAR INTERVENCIONES CON BUENOS RESULTADOS En la actualidad hay muchas personas que reconocen que una relaci?n de apoyo y confidencia con los padres o sus suced?neos, especialmente la madre, puede modificar la experiencia del individuo despu?s del abuso y puede reducir sus efectos en el largo plazo, igual que el ?xito acad?mico, social o atl?tico en la escuela puede tener un efecto similar. La investigaci?n sugiere con ?nfasis que el abuso dom?stico y la violencia en la comunidad siguen un ciclo intergeneracional. Los que presenciaron violencia o fueron v?ctimas de ella tienen m?s probabilidades de ejercerla en su vida adulta. Como resultado, la prevenci?n y la intervenci?n temprana son esenciales, y se han ejecutado una amplia gama de programas a nivel del ni?o como individuo, los padres y la comunidad entera. Algunos programas se concentran en ni?os que ya han experimentado el trauma o han sido v?ctimas de la violencia, otros se concentran en los j?venes de alto riesgo y otros en los ni?os de todo tipo. El objetivo de todo programa debe ser ayudar a los ni?os a aprender modalidades socialmente aceptables de manejar sus frustraciones, aumentar su autoestima y negociar diferencias sin recurrir a la violencia. A continuaci?n se describen algunos proyectos de investigaci?n, programas piloto y modelos para que las estrategias con buenos resultados puedan ser repetidas en forma m?s amplia: Auditor?a nacional (Australia) de las actividades de prevenci?n del abuso de ni?os: En esta auditor?a se informa que muchos programas destinados a prevenir la violencia familiar est?n adoptando un m?todo de reforma de sistemas, para concentrarse en mejorar la comunicaci?n entre organismos. No obstante, los resultados obtenidos de otros estudios indican que la comunicaci?n deficiente entre agencias todav?a deja a ni?os en hogares que no son seguros. El Australian Institute for Family Studies (Instituto australiano de estudios en familias) recomienda que se mejore la educaci?n entre los trabajadores, con ?nfasis en la comunicaci?n entre sectores de servicio. El Instituto tambi?n insta a un cambio de enfoque en intervenciones en las cuales el hombre abusa de su mujer, de sus ni?os o de ambos. En algunas de estas intervenciones, los sistemas de apoyo han fallado y no han garantizado la seguridad de la madre o de los hijos. El Instituto sugiere varios m?todos que pueden ayudar a cambiar esta situaci?n, incluida una jerarqu?a de prioridades: 1. Seguridad y protecci?n de los ni?os; 2. Seguridad de la mujer y delegaci?n de autoridad; y 3. Responsabilidad y obligaci?n de rendir cuentas por parte del adulto violento. El Instituto sugiere adem?s que sean los organismos de protecci?n, no la madre, los que soliciten la orden de intervenci?n para que se quite del hogar al adulto violento. Con esto se reducir?a la probabilidad de represalias contra la madre. Adem?s de quitar de la casa a la persona que golpea, los servicios de protecci?n del ni?o deben seguir prestando apoyo y protecci?n adecuados a la mujer y a los ni?os. Proyecto de ni?os testigos de violencia, en Boston Medical Center: Este proyecto para ni?os peque?os ha sido adaptado de modelos para tratar el trastorno por estr?s post traum?tico. El m?todo anima a los ni?os a hablar de los hechos traum?ticos que han experimentado, identificar sus sentimientos y aprender a manejar sus s?ntomas. El programa tambi?n abarca a maestros y otros encargados en el proceso de tratamiento, tanto en la fase de tratamiento como en la de intervenci?n. Los resultados positivos que se han obtenido han determinado el financiamiento de programas similares en Massachusetts. Programa de investigaci?n en trauma infantil en San Francisco General Hospital: Este programa emplea un m?todo psicodin?mico para el tratamiento de pares de madres-hijos de edad preescolar afectados por la violencia dom?stica. El programa ofrece una plataforma para ayudar a madres e hijos a lidiar con los efectos de la violencia, al tiempo que se fortalece su capacidad de funcionar como unidad sana. Los resultados preliminares de una evaluaci?n del programa indican que las relaciones madre-hijo mejoraron, el funcionamiento individual del ni?o mejor? y los s?ntomas en los ni?os se redujeron. Alianzas contra la violencia dom?stica: Con el apoyo de los jefes de gobierno de Australia en 1997, esta estrategia promueve m?todos nuevos para prevenir la violencia, mejorar proyectos ya existentes, compartir conocimientos entre sectores de servicio, y elaborar y recrear iniciativas sobre pr?cticas ?ptimas. La estrategia identific? seis aspectos prioritarios, incluidos: Trabajar con ni?os y j?venes para quebrar el ciclo de violencia entre generaciones; Trabajar con adultos para quebrar patrones de violencia; trabajando con v?ctimas y varones violentos; Trabajar con la comunidad para educar contra la violencia; Obtener protecci?n para las mujeres y los ni?os mediante la aplicaci?n de la ley; Ofrecer informaci?n y pr?cticas ?ptimas; y Ayudar a personas que viven en zonas aisladas o rurales. En su informe We The Children: Meeting the Promises of the World Summit for Children, la Organizaci?n de Naciones Unidas indica que se est?n tomando importantes medidas en todas partes del mundo para contrarrestar diferentes tipos de abuso dom?stico y comunitario, como programas de concienciaci?n destinados a los ni?os, l?neas telef?nicas directas y refugios para ni?os que huyen del abuso; reformas jur?dicas, incluidas penas m?s severas para los responsables; notificaci?n obligatoria por profesionales; restricciones sobre la contrataci?n de contraventores condenados; nuevos procedimientos para proteger a ni?os contra la terrible experiencia de tener que prestar testimonio directo en juicios e investigaciones penales; y concienciaci?n de polic?as y fiscales. Todos los programas integrales incluyen un componente que ofrece a las v?ctimas asistencia m?dica y psicol?gica, si hace falta. Muchos gobiernos colaboran estrechamente con ONG en este campo.