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LOS ROSTROS DEL TRAUMA Y LA
VIOLENCIA

ABUSO DOM?STICO (O FAMILIAR): EL PROBLEMA

Un ni?o de 19 meses lleg? al
hospital con una quemadura en la cara. Las enfermeras notaron que
la quemadura parec?a tener ya varios d?as e interrogaron
a la madre. Un examen cuidadoso de la criatura revel? otras
lesiones, incluidos moretones en la espalda, el abdomen y el pene.
Tambi?n se observ? que su desarrollo estaba detenido.
Rayos X del esqueleto revelaron fracturas en varias costillas que
se estaban soldando. Se asign? al ni?o a un hogar de
guarda, donde mostr? una excelente recuperaci?n. Estudio
de un caso en la primera reuni?n de Estrategias para Proteger
a los Ni?os, Informe en la reuni?n de la OMS en Padua,
Italia.

Ning?n ni?o debe padecer violencia en su hogar. La
primera l?nea de protecci?n de un ni?o debe ser
la familia. Como se declara en el Plan de Acci?n de la Cumbre
Mundial – Para su desarrollo pleno y armonioso, los ni?os
deben criarse en un ambiente familiar, en una atm?sfera de
felicidad, amor y comprensi?n. Por ello, todas las instituciones
sociales deben respetar y apoyar los esfuerzos de los padres y dem?s
encargados por nutrir y atender a los ni?os en un ?mbito
familiar. A pesar de su funci?n clave en la crianza, el apoyo
y la protecci?n de los ni?os, con demasiada frecuencia
las familias no ofrecen este clima ideal.

La Organizaci?n Mundial de la Salud (OMS) desglosa el abuso
dom?stico en cuatro formas principales:

1. Abuso f?sico: “El que produce da?o
real o potencial por interacci?n, o falta de ella, dentro del
control razonable de un padre o persona en posici?n de responsabilidad,
poder o confianza. Los incidentes pueden ser singulares o repetidos.”

2. Abuso sexual: “La participaci?n
de un ni?o en actividad sexual que no comprende plenamente,
para la cual no tiene capacidad de dar consentimiento informado o
no est? preparado desde el punto de vista de su desarrollo,
o que transgrede las normas y los tab?es de la sociedad. El
abuso sexual de un ni?o se manifiesta en actividad entre un
ni?o y un adulto u otro ni?o quien, por edad o desarrollo
est?n en posici?n de autoridad, confianza o poder, actividad
destinada a gratificar o satisfacer los deseos o las necesidades de
la persona en posici?n de superioridad.”

Lo anterior incluye:

• Inducir o presionar a un ni?o para
que participe en alguna actividad sexual il?cita.
• La explotaci?n de un ni?o en prostituci?n
u otras pr?cticas sexuales il?citas.
• La explotaci?n de ni?os en actos y materiales
pornogr?ficos.

No se puede decir que haya un abusador sexual t?pico. La mayor?a,
sin embargo, son varones y parientes o amigos cercanos de la familia.
A menudo muestran actitudes cari?osas y amables hacia los ni?os,
para de esa forma crear relaciones estrechas con ellos. Esto les permite
abusar del ni?o o la ni?a, a veces durante a?os.
Algunos llegan a convencerse a s? mismos de que no le est?n
haciendo da?o alguno al menor. Los abusadores sexuales presionan
a los ni?os para que mantengan la situaci?n en secreto.
Para ello se valen del temor natural en el ni?o, su sentido
de verg?enza o culpabilidad, as? como amenazas de castigo.
Seg?n la National Society for the Prevention of Cruelty to
Children (NSPCC, organizaci?n nacional para la prevenci?n
de la crueldad contra los ni?os), el abusador puede:

• Convencer al ni?o de que ?l
o ella deseaba que el abuso ocurriera.
• Amenazar o emplear violencia hacia el ni?o
o alguien cercano a ?l.
• Decirle al ni?o que la familia se
disgregar?.
• Forzara ni?os a abusar de otros ni?os
y usar a los de mayor edad para que ejerzan su influencia sobre los
menores para que ?stos mantengan el silencio.
• Decirle al ni?o que nadie le va a
creer si cuenta algo.

3. Negligencia: “Falta de cuidado u omisi?n
por parte del cuidador que o se ocupa del desarrollo del ni?o
en todos los campos: salud, educaci?n, desarrollo emocional,
nutrici?n, abrigo y seguridad en las condiciones de vida, en
el contexto de los recursosal alcance razonable de la familia o de
los cuidadores, o falta de atenci?n con grandes probabilidades
de causar da?o al desarrollo o la salud f?sica, mental,
espiritual, moral o social del ni?o. Esto incluye la falta
de supervisi?n y protecci?n adecuadas del ni?o
dentro de lo posible.”

4. Abuso emocional: “Falta de creaci?n
de un ambiente apropiado al estado de desarrollo del ni?o,
incluida la disponibilidad de una figura rectora principal con la
cual el ni?o pueda crear una relaci?n especial, de modo
que el ni?o desarrolle una serie estable y completa de capacidades
sociales conforme a su potencial personal, en el contexto de la sociedad
en la que habita. Tambi?n pueden incluirse actos que causan
o tienen grandes probabilidades de causar da?o a la salud o
al desarrollo f?sico, mental, espiritual, moral o social del
ni?o. Estos actos deben estar dentro del control razonable
del padre o la persona en posici?n de responsabilidad, confianza
o poder. Estos actos incluyen restringir el movimiento, crear sentimientos
de inferioridad, denigrar, culpar, amenazar, amedrentar, discriminar,
ridiculizar u otras formas no f?sicas de tratamiento hostil
o de rechazo.”

El abuso dom?stico es prevaleciente y puede causar lesiones
f?sicas, as? como dejar cicatrices emocionales. A continuaci?n
se muestran algunas estad?sticas alarmantes de diferentes partes
del mundo:

  • Un c?lculo de la organizaci?n Children
    1st indica que 150.000 ni?os en el Reino Unido sufren agresiones
    f?sicas graves, y aproximadamente 100.000 tienen una experiencia
    sexual potencialmente perjudicial.
  • Un proyecto de investigaci?n en Ucrania
    muestra que uno de cada 56 adolescentes (de ambos sexos) ha sido
    objeto de abuso sexual. Una ni?a de cada tres ha experimentado
    demandas sexuales, una de cada cinco ha recibido caricias no deseadas
    y una de cada diez ha sido violada. Uno de cada siete ni?os
    ha sido abusado sexualmente.
  • Informes de la OMS revelan que cada a?o
    600.000 ni?os sufren de abuso en la Uni?n Europea,
    y calculan que, si bien se cuenta con menos datos relativos a muchos
    pa?ses del centro y este de Europa y de las rep?blicas
    de Asia Central, es probable que el abuso infantil sea un problema
    considerable en esos pa?ses tambi?n.
  • Los resultados de una encuesta del UNICEF manifiestan
    que alrededor de 29% de los encuestados en pa?ses de Asia
    informan que hay golpes entre las personas en el hogar, desde Singapur
    (14%), China (17%) y Mongolia (19%) hasta Papua Nueva Guinea (75%).
    El 23 por ciento notifica golpes a manera de castigo, con mayor
    frecuencia entre los varones, los ni?os peque?os y
    las personas en zonas rurales.
  • Otra encuesta del UNICEF en Europa indica que 60%
    (lo cual representa unos 56 millones de ni?os), notifica
    conducta violenta o agresiva en su familia. Los golpes (16%) son
    m?s comunes en las familias de menores ingresos y son proporcionalmente
    m?s comunes en Europa Central.
VIOLENCIA EN LA COMUNIDAD: EL PROBLEMA

“Me preocupa que a mis ni?os
los molesten, que entren ladrones a mi casa, que a mi hijo mayor
le peguen un tiro”, declara una madre de un barrio de escasos
ingresos en Estados Unidos. “A cada rato hay peleas, tiroteos
o navajazos a las puertas de mi casa”, declara otra madre.
Sus hijos tienen los mismos temores: “Si alguien anda a
los tiros, la bala le puede dar a uno aun cuando vaya destinada
a otro. Tengo miedo de que me confundan por otro y me disparen.
Ser? una v?ctima por el solo hecho de estar en el
lugar.”
About Our Kids

La violencia en la comunidad se refiere a la exposici?n, ya
sea como testigo o por experiencia directa, a actos de violencia interpersonal
perpetrada por personas que no est?n estrechamente relacionadas
con la v?ctima. (About Our Kids)

Los resultados de una encuesta del UNICEF en Europa y Asia Central
indican que dos veces m?s ni?os se sienten inseguros
en zonas urbanas (21%) que en zonas rurales (11%). Las ni?as
tienen m?s probabilidades (19%) de sentirse inseguras que los
varones (15%). Veinte por ciento de los ni?os tienen un amigo
o pariente que ha sido v?ctima de la violencia. Los ni?os
que se sienten inseguros en su barrio (50%) dicen que eso se debe
a que han visto peleas, amenazas, actos de agresi?n o personas
sospechosas en el vecindario; discusiones o delitos callejeros, (40%);
o problemas edilicios tales como iluminaci?n deficiente, excesivo
tr?nsito de autom?viles o perros peligrosos (20%).

Es triste reconocer que, para cuando entran a la escuela secundaria,
la mayor?a de los ni?os que viven en zonas urbanas en
Estados Unidos han visto el uso de armas, pistolas u otros actos de
violencia contra las personas en sus barrios o escuelas.

De hecho, algunos estudios citados por Future of the Children llegan
a trazar paralelos entre los ni?os que se cr?an en barrios
marginales y los que viven en zonas en guerra. Las estad?sticas
son alarmantes. El homicidio es la cuarta causa de defunci?n
entre ni?os de 1 a 4 a?os, la tercera entre los 5 y
los 14 a?os, y la segunda entre los 15 y los 24.

Asimismo, unos 4 millones de adolescentes han sido v?ctimas
de agresiones f?sicas graves y 9 millones han sido testigos
de violencia grave en alg?n momento de su vida. En Miami, Florida,
m?s de 90 por ciento de los estudiantes de escuela secundaria
han presenciado violencia en la comunidad y 44 por ciento ha sido
v?ctima de un delito de violencia. En Richmond, Virginia, 88
por ciento de los ni?os de un barrio hab?a o?do
disparos de pistola cerca de su casa y 25 por ciento hab?a
presenciado la muerte de una persona.

Una encuesta del UNICEF en la zona del Pac?fico Oriental demuestra
que unos 1.000 ni?os declararon haber sido v?ctimas
de robo o agresi?n (10% por cada uno). La incidencia m?s
alta de robos ocurre en Mongolia (39%), las Filipinas y Camboya (27%),
en zonas urbanas. La notificaci?n de agresiones es muy alta
en Camboya (56%), especialmente entre los varones.


LAS CONSECUENCIAS DEL ABUSO DOM?STICO Y LA VIOLENCIA COMUNITARIA
SOBRE EL DESARROLLO

El espectro de abusos que enfrentan los ni?os en la familia
o en la comunidad va desde el mal trato en instituciones a la violencia
en la familia, desde el tr?fico de ni?os hasta el trabajo
infantil en condiciones de esclavitud. La vulnerabilidad de los ni?os
ante tales abusos a menudo depende de otros aspectos de su identidad,
como sexo, etnia o situaci?n econ?mica. Este es un fuerte
recordatorio de la indivisibilidad de los derechos humanos. La negaci?n
de un grupo de ellos lleva al abuso de otros.

La investigaci?n ha demostrado reiteradamente que el impacto
de la violencia dom?stica y comunitaria sobre el desarrollo
infantil es devastador. Algunos resultados clave:

Hasta los ni?os peque?os y los que reci?n
caminan se ven gravemente afectados.
Los estudios muestran
que los lactantes y los beb?s que caminan que se ven expuestos
a violencia en la comunidad o en el hogar muestran irritabilidad excesiva,
conducta inmadura, trastornos en el sue?o, trastornos emocionales,
temor de estar solos y regresi?n en sus funciones corporales
y en el idioma. La exposici?n a estas situaciones tambi?n
interfiere con la tendencia normal de los ni?os peque?os
de explorar lo que los rodea. Algunos estudios hasta consignan s?ntomas
en beb?s que caminan que pueden indicar trastorno por estr?s
post traum?tico. (Future of the Children)

Presenciar violencia tiene un efecto negativo sobre la
perspectiva que un ni?o adquiere del mundo.
La
investigaci?n muestra que los ni?os que presencian violencia
en la comunidad tienen probabilidades de ver al mundo como un lugar
peligroso y hostil. Los que se ven expuestos a m?ltiples formas
de violencia corren m?s peligro de desarrollar dicultades psicol?gicas
que los que se ven expuestos a un solo acto de violencia.

Los ni?os que son v?ctimas de violencia
dom?stica tienen m?s probabilidades de delinquir.

Una comparaci?n de j?venes delincuentes y no delincuentes
en Estados Unidos hall? que la diferencia m?s grande
entre los dos grupos radicaba en que el grupo de delincuentes ten?a
un historial de exposici?n a la violencia familiar. Un estudio
realizado en Ucrania indica que m?s de la mitad de los hombres
que cometen violaciones provienen de familias en las que la educaci?n
era dura y cruel, y que aproximadamente la cuarta parte de las violaciones
eran cometidas por alguien que a su vez hab?a sido violado.

El abuso sexual pone a los ni?os en mayor peligro
de tener problemas sexuales m?s adelante.
Un
estudio en Nueva Zelanda indica que los adultos que sufrieron de abuso
a manos de alguien cercano en su ni?ez tend?an a ser
m?s inseguros en sus relaciones y a estar divorciados en su
edad adulta. Hay estudios que muestran un claro patr?n de relaciones
entre el historial de abuso sexual en la ni?ez con incidencias
m?s altas de s?ntomas depresivos, de ansiedad, de abuso
de substancias il?citas, de trastornos de la alimentaci?n,
de embarazos no deseados, de promiscuidad y de trastornos por estr?s
post traum?tico. (U.S. National Clearinghouse on Child Abuse
and Neglect)

El abuso y la violencia producen ni?os agresivos
y, con el tiempo, adultos agresivos.
Los ni?os
imitan lo que ven. Los que se cr?an en hogares violentos, a
menudo ven la agresi?n como la ?nica manera de resolver
diferencias. Tambi?n aprenden que la persona que m?s
los quiere m?s les pega. (National Network for Child Care)
Crecer en un hogar violento puede aumentar las probabilidades de que
el ni?o sufra o cometa actos de violencia como adulto. Los
varones que observan actos de violencia dom?stica tienen m?s
probabilidades en la edad adulta de golpear a sus compa?eras
que los varones que se cr?an en hogares no violentos. Los adolescentes
expuestos a la violencia, especialmente a la violencia comunitaria
cr?nica, tienden a ser muy agresivos, a actuar sobre sus impulsos
y a mostrar elevados niveles de ansiedad, problemas de conducta, problemas
escolares, ausentismo y venganza. En algunos casos, estos adolescentes
muestran s?ntomas de trastorno por estr?s post traum?tico
parecidos a los de soldados que regresan de la guerra. (Future of
the Children.)

Las v?ctimas de violencia dom?stica y comunitaria
tienen m?s probabilidades de sufrir de enfermedades mentales
y abuso de sustancias
. El abuso infantil es ampliamente
reconocido como causa de problemas de salud mental y de capacidad
disminuida de funcionar con ?xito en el mundo de los adultos.
Entre los ni?os de edad escolar, los estudios muestran una
relaci?n entre la exposici?n a la violencia y la depresi?n.
La investigaci?n tambi?n muestra que los ni?os
expuestos a la violencia tambi?n tienen problemas de concentraci?n
y trastornos del sue?o, y pueden demorar en aprender a dominar
el ambiente que los rodea. Estudios en ni?os entre 6 y 10 a?os
de edad en Washington, D.C., y entre 9 y 12 a?os en Nueva Orleans,
Louisiana, hallaron una fuerte relaci?n entre la violencia
presenciada y las pesadillas, el temor a salir de casa y la insensibilizaci?n
del afecto. Otros estudios muestran que a medida que los ni?os
crecen, los que han padecido m?s abusos tienen m?s probabilidades
de tener problemas acad?micos en la escuela, cometer delitos,
experimentar problemas emocionales y abusar del alcohol o las drogas.
(Future of the Children) Por ?ltimo, los ni?os que presencian
actos de abuso en su casa pueden sufrir de ansiedad, sentimiento de
culpa, problemas ling??sticos, demoras en el desarrollo,
problemas auditivos y del habla y retraimiento y malestares f?sicos
relativos al estr?s, tales como dolores de cabeza, ?lceras
y sarpullidos.

EL ABUSO DOM?STICO Y LA VIOLENCIA EN LA COMUNIDAD:
ESTRATEGIAS PARA LOGRAR INTERVENCIONES CON BUENOS RESULTADOS

En la actualidad hay muchas personas que reconocen que una relaci?n
de apoyo y confidencia con los padres o sus suced?neos, especialmente
la madre, puede modificar la experiencia del individuo despu?s
del abuso y puede reducir sus efectos en el largo plazo, igual que
el ?xito acad?mico, social o atl?tico en la escuela
puede tener un efecto similar.

La investigaci?n sugiere con ?nfasis que el abuso dom?stico
y la violencia en la comunidad siguen un ciclo intergeneracional.
Los que presenciaron violencia o fueron v?ctimas de ella tienen
m?s probabilidades de ejercerla en su vida adulta. Como resultado,
la prevenci?n y la intervenci?n temprana son esenciales,
y se han ejecutado una amplia gama de programas a nivel del ni?o
como individuo, los padres y la comunidad entera. Algunos programas
se concentran en ni?os que ya han experimentado el trauma o
han sido v?ctimas de la violencia, otros se concentran en los
j?venes de alto riesgo y otros en los ni?os de todo
tipo. El objetivo de todo programa debe ser ayudar a los ni?os
a aprender modalidades socialmente aceptables de manejar sus frustraciones,
aumentar su autoestima y negociar diferencias sin recurrir a la violencia.

A continuaci?n se describen algunos proyectos de investigaci?n,
programas piloto y modelos para que las estrategias con buenos resultados
puedan ser repetidas en forma m?s amplia:

Auditor?a nacional (Australia) de las actividades
de prevenci?n del abuso de ni?os:
En esta auditor?a
se informa que muchos programas destinados a prevenir la violencia
familiar est?n adoptando un m?todo de reforma de sistemas,
para concentrarse en mejorar la comunicaci?n entre organismos.
No obstante, los resultados obtenidos de otros estudios indican que
la comunicaci?n deficiente entre agencias todav?a deja
a ni?os en hogares que no son seguros. El Australian Institute
for Family Studies (Instituto australiano de estudios en familias)
recomienda que se mejore la educaci?n entre los trabajadores,
con ?nfasis en la comunicaci?n entre sectores de servicio.

El Instituto tambi?n insta a un cambio de enfoque en intervenciones
en las cuales el hombre abusa de su mujer, de sus ni?os o de
ambos. En algunas de estas intervenciones, los sistemas de apoyo han
fallado y no han garantizado la seguridad de la madre o de los hijos.
El Instituto sugiere varios m?todos que pueden ayudar a cambiar
esta situaci?n, incluida una jerarqu?a de prioridades:

1. Seguridad y protecci?n de los ni?os;
2. Seguridad de la mujer y delegaci?n de autoridad; y
3. Responsabilidad y obligaci?n de rendir cuentas por parte
del adulto violento.

El Instituto sugiere adem?s que sean los organismos de protecci?n,
no la madre, los que soliciten la orden de intervenci?n para
que se quite del hogar al adulto violento. Con esto se reducir?a
la probabilidad de represalias contra la madre. Adem?s de quitar
de la casa a la persona que golpea, los servicios de protecci?n
del ni?o deben seguir prestando apoyo y protecci?n adecuados
a la mujer y a los ni?os.

Proyecto de ni?os testigos de violencia, en Boston
Medical Center:
Este proyecto para ni?os peque?os
ha sido adaptado de modelos para tratar el trastorno por estr?s
post traum?tico. El m?todo anima a los ni?os
a hablar de los hechos traum?ticos que han experimentado, identificar
sus sentimientos y aprender a manejar sus s?ntomas. El programa
tambi?n abarca a maestros y otros encargados en el proceso
de tratamiento, tanto en la fase de tratamiento como en la de intervenci?n.
Los resultados positivos que se han obtenido han determinado el financiamiento
de programas similares en Massachusetts.

Programa de investigaci?n en trauma infantil en San
Francisco General Hospital:
Este programa emplea un m?todo
psicodin?mico para el tratamiento de pares de madres-hijos
de edad preescolar afectados por la violencia dom?stica. El
programa ofrece una plataforma para ayudar a madres e hijos a lidiar
con los efectos de la violencia, al tiempo que se fortalece su capacidad
de funcionar como unidad sana. Los resultados preliminares de una
evaluaci?n del programa indican que las relaciones madre-hijo
mejoraron, el funcionamiento individual del ni?o mejor?
y los s?ntomas en los ni?os se redujeron.

Alianzas contra la violencia dom?stica: Con
el apoyo de los jefes de gobierno de Australia en 1997, esta estrategia
promueve m?todos nuevos para prevenir la violencia, mejorar
proyectos ya existentes, compartir conocimientos entre sectores de
servicio, y elaborar y recrear iniciativas sobre pr?cticas
?ptimas. La estrategia identific? seis aspectos prioritarios,
incluidos:

  • Trabajar con ni?os y j?venes para
    quebrar el ciclo de violencia entre generaciones;
  • Trabajar con adultos para quebrar patrones de violencia;
    trabajando con v?ctimas y varones violentos;
  • Trabajar con la comunidad para educar contra la
    violencia;
  • Obtener protecci?n para las mujeres y los
    ni?os mediante la aplicaci?n de la ley;
  • Ofrecer informaci?n y pr?cticas ?ptimas;
    y
  • Ayudar a personas que viven en zonas aisladas o
    rurales.

En su informe We The Children: Meeting the Promises of the World
Summit for Children, la Organizaci?n de Naciones Unidas indica
que se est?n tomando importantes medidas en todas partes del
mundo para contrarrestar diferentes tipos de abuso dom?stico
y comunitario, como programas de concienciaci?n destinados
a los ni?os, l?neas telef?nicas directas y refugios
para ni?os que huyen del abuso; reformas jur?dicas,
incluidas penas m?s severas para los responsables; notificaci?n
obligatoria por profesionales; restricciones sobre la contrataci?n
de contraventores condenados; nuevos procedimientos para proteger
a ni?os contra la terrible experiencia de tener que prestar
testimonio directo en juicios e investigaciones penales; y concienciaci?n
de polic?as y fiscales. Todos los programas integrales incluyen
un componente que ofrece a las v?ctimas asistencia m?dica
y psicol?gica, si hace falta. Muchos gobiernos colaboran estrechamente
con ONG en este campo.